En los últimos días vengo escuchando que en el FDT se está trabajando sobre la descentralización del AMBA. La pandemia vuelve a plantear un tema de vieja data en nuestra historia. La última propuesta fue aquel proyecto de Alfonsín de traslado de la capital a la zona de Viedma y Patagones.
Ahora no se trataría de reflotar aquel proyecto sino de ir hacia el desarrollo de zonas del interior, reduciendo nuestra metropoli. Más allá de la situación actual siempre se a considerado a la Argentina un país de cabeza enorme y un cuerpo de barro.
Las distintas regiones del país eran, antes de la universalización de la revolución industrial, productoras de bienes en pequeña escala, ponchos catamarqueños, vinos cuyanos, azúcar del NOA, son algunos ejemplos conocidos.
Esa distribución de la incipiente producción, cae drásticamente. Es apreciable la concentración hacia y en el puerto porteño, controles aduaneros, red ferroviaria radial, para la llegada ya no de bienes con valor agregado sino de materias primas.
Las migraciones internas debidas a la falta de infraestructura de todo tipo, de trabajo y por ende el aumento de la pobreza crece desmesuradamente el conurbano, que pasó en relativamente poco tiempo, de un primer a u tercer cordón. Hoy mientras la ciudad mantiene por años una población de unos 3.000.000 de personas, el AMBA debe estar cerca de los 15 millones. Las migraciones ya no son exclusivamente internas, tenemos inmigrantes de países vecinos que ya tienen descendencia argentina.
En lo educativo sí se ha expandido la cobertura universitaria por lo que ya no es inevitable que los pibes tengan que dejar sus lugares para ir a estudiar a los grandes y pocos centros universitarios. Baste como ejemplo recordar que la Universidad Nacional del SUR, estaba en Bahía Blanca, como si el país terminara ahí.
Todas estas cuestiones y muchas otras, merecen el tratamiento serio con el claro propósito de llevarlo a cabo. Hoy es otra posible consecuencia de la crisis de la pandemia. Que diferente sería la situación actual cuando, en lugar de tener cerca del 50 % de la industria concentrada en una pequeña área del país, hubiese producción industrial distribuida por todo el territorio nacional.