Una cosa es confiar en el San Lorenzo de los milagros y otra es en el DT y jugadores.
Yo no confío en este DT, no me gustan ciertos jugadores y como se manejan con el tema de las renovaciones. Se pasó, se festeja, hubo milagro, hubo noche épica. Pero eso no quita que el equipo dio asco durante bastantes partidos, que los referentes o las estrellas desaparecieron mientras que los que realmente se pusieron el equipo al hombro fueron los pibes.
Ayer y hace rato, los pibes le salvaron el orto a los tipos que los tapan.