En el aspecto ofensivo, consideremos que también Buffarini estuvo retenido. Aun así avanzó algunas veces, incluso le erra a la pelota en el centro de rastrón que tira Villalba, o sea, llegó al área chica rival. Y Boca le puso toda la presión encima, el cambio de Arruabarrena no se entiende porque por ese lado lo podían ganar, pero acá se ve que varios esperaban que lo bailaran, lo dejaran KO y San Lorenzo perdiera 7-1 con 10 errores suyos para caerle encima. No pasó, no tuvo errores groseros, la que pierde con Palacios, si bien podría haber estado mejor parado o reaccionado algo antes, sale de un bochazo espectacular de Cubas (que después desapareció del partido) y un buen control de Palacios que es muy rápido, aun así Arias pudo alcanzarlo de atrás y molestarlo. Después tuvo un par de entregas malas, pero el problema más grave ahí eran los circuitos cortados en el medio, con Mercier muy atrás para recibir el primer pase y Kalinski perdidísimo (¿cuántos pases a un compañero más adelantado hizo? Recuerdo uno solo, a Blanco). Y Boca que si tiene un punto fuerte son sus delanteros y su presión. Está bien exigirle pero hay que ser razonables y medir con varas parejas, acá parece que si los jugadores surgidos en la cantera no son figuras que te encandilen no sirven. Y en algunos casos ni eso, véase lo que opinaban ciertos personajes sobre Correa.
Por la derecha nos acostumbramos a Buffarini, por la izquierda a Mas, no va a jugar como ellos dos en su tercer partido en primera, pero cumplió.