Bien rodeado, en un equipo serio, este pibe la rompe. Está capitalizando muy bien la continuidad que se le dió.
Pero como es todo tan flojito lo nuestro, apostamos a alguna individualidad, alguna atropellada y que el pibe se ponga el equipo al hombro, cuando los que tendrían que marcar la diferencia son otros.
Uno lo imagina en un equipo aceitado como el River de Gallardo y te querés cortar la pija, a esta altura ya tendría varios goles, muchas asistencias, miles de diagonales para mostrarse y arrastrar marcas. Ni hablar de que ellos te meten 4 o 5 tipos al área todas las jugadas de ataque, lo que te facilita las cosas y siendo pibe vas ganando confianza. Acá es todo "dale la pelota al pendejo y veamos que inventa". Pasó con Correa, con Tito, con todos...