La clasificación la perdemos nosotros en un grupo cuyo armado nos perjudicó notablemente. La situación de antemano era complicada hasta para un buen equipo, pero nosotros tampoco supimos resolverla. Esto no obsta para decir que, para mí, y siguiendo los dos partidos, San Pablo y Corinthians probablemente hayan arreglado ese resultado, que al Timao lo termina favoreciendo porque, si bien no se cruza con Universitario (el más débil de todos los clasificados), sí evita al Mineiro y le toca Guaraní, algo más que Universitario pero sin la altura.
Echarle la culpa a Eorl de todo esto (inexplicable criterio en el sorteo de los grupos, impericia propia para superar esa adversidad, probable arreglo entre los brasileños), es de un infantilismo enorme y no demuestra más que impotencia. Eso sí: para hinchas tan pasionales como lo somos los argentinos, no se podía esperar otra reacción, pese a que esté totalmente injustificada.