Pizzi fue un gran DT pero demostró no ser muy profesional. Lo de Guede fue distinto...si vos sabes que está todo mal con alguien te tenes que ir...prefiero eso y no qué se quede y se pudra todo.
Guede se fue teniendo todo arreglado previamente. Mercier fue la excusa. En todo sentido creo que Pizzi fue mejor. Al menos se mandó a mudar sin poner a alguien en el medio.
Fuera de discusión, una nota de Guede y sus cábalas, con video incluído
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Jueves 1 de diciembre de 2016Nacional
La cábala secreta de Pablo Guede al descubierto
El técnico de Colo Colo cree en el agua bendita y su asistente, Agustín Salvatierra, la rocía antes de los partidos en la banca alba, como lo demuestran las imágenes.
El inicio de Pablo Guede en Colo Colo fue difícil. El equipo no funcionaba en ofensiva y la zaga no parecía estable para representar a un cuadro que pretendía pelear por el título del Scotiabank Apertura y la Copa Chile MTS. A fines de septiembre, cuando el rendimiento comenzaba a elevarse, se conocieron las cábalas del entrenador argentino.
Mandó a plantar ruda en el Estadio Monumental, los utileros esparcieron vinagre en el camarín, sentó a su lado una imagen de San Expedito, en algunos partidos de local se ubicó en la banca que generalmente utilizan los visitantes y él se fue a otra oficina. ¿El propósito? Cambiar la suerte de su equipo. Pero faltaba algo más. No era lo único...
CDF Noticias obtuvo más datos sobre la superstición del adiestrador y gracias a una fuente del club se supo que usaba agua bendita. De hecho, el césped de Macul también fue regado con este líquido en varias ocasiones.
En el partido contra Universidad Católica, en San Carlos de Apoquindo, esta cábala hasta ahora secreta quedó en evidencia. Su asistente, Agustín Salvatierra, minutos antes de ese encuentro de ida, roció la banca usando una botella con un pequeño orificio en la tapa.
Y este miércoles, en la revancha contra los cruzados, el "Cucho" volvió a realizar este "ritual". Lo hizo con sigilo, mirando hacia todos lados para no ser sorprendido, incluso escondiendo el envase debajo de un polerón.
Quizás sea la misma botella, con la misma tapa. Quizás sea el trabajo de Guede con el plantel o la ayuda divina. Quizás sea la mezcla de todos los métodos junto con la confianza de sus jugadores. Lo cierto es que los albos enrielaron el rumbo y acumulan una racha importante de una caída en los últimos once duelos. Aseguraron su presencia en el terreno internacional, se instalaron en una final y fueron muy superiores a Universidad Católica.