El mundo entero sabia que nuestro gran problema era el 2 al que Ricardo Humo llamo Cara de Barbie, Fontanini hizo agua, Yepes vino sin ritmo pero finalmente se puso a tono, y Caruzzo, que como todo jugador que anduvo por Boca, fue mirado de costado, en chancletas y con los ojos vendados es milmillon veces mas jugador que la reencarnacion rosarina de Bianchi Arce.