El club del Rey de la Soja, cerca de lograr un histórico ascensoCon sólo cinco años de vida, Agropecuario de Carlos Casares, de la familia
Grobocopatel, está a punto de subir a la B Nacional y es la envidia de sus rivales.
Sembrar y cosechar, sembrar y cosechar, sembrar y... Casi desde el mismo instante en el que la familia Grobocopatel se instaló en la Argentina, todos sus integrantes tuvieron claro que para obtener resultados sería indispensable una alta dosis de esfuerzo. Lo vivieron Abraham y su hijo Bernardo, los primeros en llegar al país, en 1912; se lo trasmitieron a Adolfo y a Jorge, los herederos de Bernardo; y lo mamó desde que empezó a caminar Gustavo, hoy conocido como el Rey de la Soja.
El campo, desde el vamos, fue el lugar en el que los Grobo pisaron firme. Y lo que convirtió a esta familia, de origen ruso-judío, en uno de los grupos económicos más importantes de estos pagos. La soja y el trigo los convirtieron en especialistas, aunque parece que no sólo se las rebuscan (con éxito) en su metier.
El Club Argentino Agropecuario, con sede en Carlos Casares, a 318 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, tiene apenas cinco años de vida (el 23 de agosto cumplirá los seis), un estadio para 8 mil personas, un predio de 17 hectáreas y el campo de juego posee panes de césped traídos especialmente desde Europa. Un lujo. Y la envidia de muchos. Pero si algo posee hoy el Sojero (también le dicen el Agro) es que está a punto de lograr algo histórico: convertirse en el equipo más joven en llegar a la B Nacional, la segunda categoría del fútbol argentino. Un récord que hoy le pertenece a Crucero del Norte, que tardó nueve años desde su nacimiento hasta llegar al la BN.
En dos años esta en primera