Quedamos afuera por errores propios, falta de funcionamiento y también por la inactividad producto del mamarracho que es el fútbol argentino, que empieza siempre una o dos semanas después que la Libertadores por la poca cantidad de partidos que tenemos al año, por lo que sobran fines de semana sin fútbol. No hay un ambiente de fútbol más vago que el argentino.
Con un par de partidos encima ni en pedo quedábamos afuera o al menos no ibamos a ser tan verdes así.
A River le costó también, pasó de pedo por penales.