El conflicto entre la Confederación Argentina y los jugadores está en su punto máximo de tensión y las estrellas podrían renunciar a la Copa del Mundo, que arranca a fines de agosto.
El inminente comienzo del Mundial de básquet España 2014 está opacado por estos lados por una situación cada vez más insostenible. El serio conflicto entre la Confederación Argentina y los jugadores de la Selección está en su punto más álgido y hasta corre la posibilidad de que la famosa y tan ganadora Generación Dorada decida no acudir a la competencia, que comienza a fines de agosto.
La CABB acusa un pasivo superior a los 20 millones de pesos en un contexto de debilidad institucional (el ex presidente Germán Vaccaro renunció en abril pasado) que afecta la preparación del equipo nacional para la Copa del Mundo España 2014, que comenzará 30 de agosto próximo.
La entidad adeuda salarios atrasados de sus empleados y de los propios jugadores de la Generación Dorada, cuyo seguro deportivo para que jueguen en España tampoco fue cancelado.
El capitán Luis Scola puso en duda su participación en esa competencia frente al "hartazgo" producido por una "gestión horrenda". A la postura de Scola se sumaron la de otros dos referentes del representativo albiceleste: el cuatro veces campeón de la NBA, Emanuel Ginóbili y Andrés Nocioni.
En su cuenta de Twitter, el bahiense escribió: "Se calentó el capitán y me parece bárbaro. Bien dicho @LScola4!". Por su parte, Nocioni desde su cuenta @SoyElChapu subrayó: "Vergüenza ajena! Pido disculpas porque el Básquet Argentino no se merece esto! Debería hablarse de lo grande que fueron estos últimos años!".
Scola, ala pivote de Indiana, no dejó dudas ni anduvo con vueltas, y tras afirmar que tiene "mucha bronca" por la situación a la que llegó la CABB, explicó que lo único que pueden hacer los jugadores es elegir no ser "cómplices" y dar un paso al costado.
"Tendremos que tomar una decisión. Veremos con qué nos encontramos mañana (hoy), si es que hay una reunión con estos dirigentes. Aunque esto viene de años. Esta CABB no me genera nada. No quiero ser cómplice de algo tan turbio. Ese es mi derecho", sostuvo en declaraciones a Clarín.
Lo cierto es la tensión entre la CABB y los jugadores llegó a su punto cúlmine y se espera una resolución inminente (para bien o para mal) que decida el futuro inmediato de un deporte argentino que supo estar en la cúspide en los últimos años y que hoy pena una realidad más que preocupante.
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