Y un día ese beso en la mejilla a mamá fue el último, un día esa fue la última noche que le dijeron “avísame cuando llegues” y nunca avisó, nunca llegó. Hoy con un nudo en la garganta ella pasa a ser una estadística más, una más, y una menos entre nosotras. Hoy el papá vio el cuerpo de la hija hecho mierda, sí, hecho mierda porque una basura no sólo que la mató; no le alcanzó, sino que la desfiguró.
Hoy sus amigas, su pareja, los padres, hijos o familia tienen que someterse a leer atrocidades en las redes sociales, opinologos! Fotos de un perro que dice “Nadie menos” y ahí te das cuenta que, como muchos otros, no entienden el concepto. El puto concepto de la estadística de mierda que dice que matan una mujer cada 30 horas. El miedo que se vuelve paranoico de ser el sexo al cual le arrebatan a sus hijxs de las manos, les tocan el culo sin vergüenza alguna, le gritan atrocidades en la calle haciéndote sentir chiquita, indefensa, vulnerable… y un día te das vuelta y le contestás, y el pajero te rompe la boca.
Mira que puede ser tu hija, tu hermana, tu mamá o tu novia. No seas cómplice de este Estado ausente, de la sociedad machista que predomina. De que siempre lluevan videos pornográficos de mujeres violando su intimidad, avergonzándola. Porque de esto se trata, de que tienen la pija tan chiquita que para sentirse grandes tienen que denigrar, basurear… Somos putitas, porque nos acostamos con quienes se nos canta, y ustedes no lo son. Por qué? Porque vivimos en una sociedad enferma de machismo, una sociedad donde predomina la iglesia, la misma iglesia que te discrimina por enamorarte de una persona de tu mismo sexo.
El valor por el otro ya no existe, la vida de el de al lado importa un huevo; seas del sexo que seas. Hay que replantearse por qué predomina la violencia en todos los ámbitos que nos movemos, y si hacemos algo para parar esta enfermedad, estés del lado que estés.