El último Maradona. Cuenta la preparación del Diego para el Mundial del 94, atravesada por los anabólicos.
Entre otros datos, cuenta que para que diego pueda ingresar a EEUU (por ley no pueden ingresar quienes tengan causas de drogas y el Diego tenía la de Nápoli) hizo la gestión Fernando Miele, que tenía relación con James Cheek, embajador e hincha cuervo, que a su vez lo apalabró a Bush padre y éste lo arregló con Carlos Saul.