La Policía de la Ciudad estuvo a cargo del operativo que se llevó a cabo en la noche del jueves, en el marco de la investigación por el cumpleaños con más de 100 personas que armaron los barras. El presidente Rapisarda y el jefe de seguridad del club serían imputados penalmente.
Una denuncia de oficio hecha por el Secretario de Seguridad ciudadana, Juan Pablo Sassano, luego de que los efectivos policiales que se acercaron hasta el polideportivo de Vélez en la madrugada del miércoles -ante el llamado de los vecinos al 911- no pudieran ingresar al club "por no estar autorizados", desembocó en el allanamiento que se llevó a cabo en la noche de este jueves y que promete serias consecuencias para la dirigencia que encabeza el recientemente reelecto presidente Sergio Rapisarda.
El operativo, ordenado por la fiscal Celsa Ramirez y aprobado por el juez Gonzalo Viña, estuvo a cargo del área de fútbol de la Policía de la Ciudad, que incautó pertenencias del club, puntualmente las grabaciones que había en el centro de monitoreo que funciona dentro del polideportivo y que registra los movimientos de los socios en las instalaciones.
Según trascendidos, tanto el presidente Rapisarda y como el jefe de seguridad del club, Eduardo Capuchetti, serán imputados penalmente como responsables de delito de violación de medidas sanitarias, de conformidad con los artículos 45 y 205 del código penal. Todo como consecuencia de la fiesta clandestina realizada en la noche de ayer en el polideportivo de Vélez.
Olé.