Ufff, con lo que me cuesta llorar, lloré..
Este tipo marcó la etapa más hermosa de mi vida, no me gusta, ni me gustó ni me va a gustar el basquet pero durante varios años con mi hno mellizo, desde los 13/14 años, quedándonos hasta la madrugada para ver sus partidos, comentando, aprendiendo del deporte, emocionandonos con lo que hacía, etc. Momentos que siempre recordamos con mucha felicidad.