Autor Tema: La bengala del Cóndor Rojas  (Leído 410 veces)

Desconectado NaanoSL

  • Campeón en Primera
  • ****
  • Mensajes: 16948
Es largo, pero vale la pena leerlo.

Cita
El Maracanazo de la selección chilena fue un incidente sucedido en el Estadio Maracaná el 3 de septiembre de 1989, durante el partido entre las selecciones de fútbol de Brasil y Chile, en el que el guardameta chileno Roberto Rojas, apodado el Cóndor, simuló ser herido por una bengala lanzada por torcedores brasileros. El incidente es considerado por historiadores y conocedores del fútbol como uno de los sucesos más vergonzosos e indignantes de la historia del fútbol mundial, ya que le costó a la Selección de Chile no poder participar en las eliminatorias y en el posterior mundial de 1994, y acabó con la carrera de Roberto Rojas.

El 3 de septiembre de 1989, se enfrentaron las selecciones de fútbol de Brasil y Chile en el Estadio Maracaná, en el partido definitorio para la clasificación al Campeonato Mundial de 1990. Tras un primer tiempo empatado sin goles, el brasileño Careca anotó un gol a los 4 minutos del segundo tiempo, resultado que causaba la eliminación del cuadro chileno, urgido de un triunfo para acceder al Mundial de Italia. En el minuto 67 del partido, el arquero chileno Roberto Rojas cayó al campo, simulando ser herido por una bengala lanzada desde las tribunas de aficionados brasileños. De inmediato, los jugadores chilenos decidieron abandonar la cancha argumentando falta de garantías para seguir con el juego, sin que el árbitro argentino Juan Carlos Loustau pudiera convencerlos de continuar el partido.

Al día siguiente, las imágenes de televisión y varias fotografías mostraron que efectivamente de la tribuna de hinchas brasileños partía una bengala hacia la zona donde se hallaba el guardameta chileno Roberto Rojas, pero que dicha bengala no caía sobre el jugador presuntamente afectado, sino a unos centímetros de él. Ante la evidencia, los directivos de la Conmebol consideraron inaceptable la versión de Rojas sobre un "ataque" efectuado por hinchas brasileños, cuestionando el verdadero origen de la gran herida que Rojas lucía en su cabeza. Tal herida no mostraba signos de una quemadura ni rastros de pólvora, como cabía esperar si fuera causada por una "bengala", sino indicios de ser generada por un objeto cortante. No obstante, la policía brasileña logró identificar y arrestar a quien lanzó dicha bengala al campo de juego: una aficionada de 24 años llamada Rosenery Mello do Nascimento, quien alcanzó breve fama como la Fogueteira do Maracanã.

Al aumentar las pesquisas sobre la verdad de los hechos parecía evidente para las autoridades de la Confederación Sudamericana de Fútbol que la herida del guardameta chileno no había sido causada por algún objeto lanzado desde las tribunas. Ante ello, Rojas confesó haber cortado su propio rostro con una cuchilla de afeitar oculta en su guante para simular un ataque de los hinchas brasileños; semejante acto respondía a un plan orientado a conseguir la programación de un nuevo partido definitorio en cancha neutral. En paralelo, se pudo conocer que el entrenador chileno Orlando Aravena pidió a Rojas y al médico Daniel Rodríguez quedarse en el terreno para forzar un escándalo con el cual anular el partido o hasta descalificar a Brasil.

Descubierta la verdad de aquel incidente diez días después del partido, la FIFA resolvió que el guardameta Roberto Rojas fuera marginado "a perpetuidad" de las canchas de fútbol profesional y que el equipo de Chile fuese excluido de jugar las Eliminatorias a la Copa Mundial de Fútbol de 1994 por infringir severamente los reglamentos, además de considerar al partido como ganado por Brasil para efectos oficiales. Además, fueron sancionados por la FIFA Sergio Stoppel, entonces presidente de la FFCh; Orlando Aravena, entrenador; Fernando Astengo, defensa, subcapitán del equipo; y Daniel Rodríguez, médico, entre otros.

Durante los días siguientes, se produjeron serios incidentes en el frente de la Embajada brasileña, debido a la propaganda emitida por los medios, quienes inmediatamente se hicieron eco de la versión aportada por Rojas y Sergio Stoppel. El almirante Merino exacerbó aún mas la furia popular, al declarar que "Nuestros jugadores se vieron a merced de un pueblo conformado por seres primitivos". Un basquetbolista estadounidense fue víctima de la furia popular cuando pasaba por el barrio de la embajada, pues fue confundido con un brasileño y fue agredido. Las revistas deportivas, en especial Minuto 90 llegaron a lanzar la hipótesis de que todo era una conspiración orquestada por João Havelange con el objeto de asegurar la clasificación de Brasil.

Cita
Años después de este suceso, Roberto Rojas declaró:

Me corté con una gillette y la farsa se descubrió. Fue un corte a mi dignidad. Tuve problemas en mi casa con mi mujer, mis compañeros me dieron la espalda...pero si yo hubiera sido argentino, uruguayo o brasileño no estaría suspendido, pero como soy chileno no me dieron la posibilidad de reivindicarme.

 :boluu:
FUENTE