Siempre me gustan las películas con estas premisas: visualmente impactantes, con formación de un equipo que tenga roles más o menos definidos, etc. Aquí demostraron que el formato serie puede funcionar pero necesitan ajustar algunos detalles y fue clarísimo cómo los mejores capítulos son los que no te dejan manija para el próximo. A medida que avanza la serie van recayendo en la necesidad de generar cliffhangers cuya resolución va en detrimento de la verosimilitud.
Con todo, una serie muy despareja pero de buena calidad, que me deja con ganas de explorar la producción de sus creadores.