Un velorio total. Se prendió mucha gente en algunos tramos, pero los imbéciles de los bombos cortaban todo a cada rato en lugar de aprovechar los enviones de la gente. Sacando esto, los silencios que se escuchaban por momentos fueron como para querer tirarse de cabeza por los escalones y rodar hasta el alambrado.
Vine más caliente por esto que por el penal, miren lo que les digo. Porque o sea, empatamos un partido que perdíamos por dos goles y el equipo seguía yendo al frente, al punto de estrellar una pelota en el palo...pero no, la gente calladita.
Eso sí, para aplaudir a un equipo que ganó 3 partidos de 20 y pico, ahí se prenden todos y te dicen que "hay que alentar, a la cancha se va a alentar". Uf, sí, mirá qué aliento. Hasta se prenden más rápido para putear al pelotudo de Macri que para alentar a San Lorenzo, manga de forros.