Hay que olvidarse de todo: de la Libertadores, la Sudamericana (ni el 3er puesto del grupo vamos a sacar, lejos estamos hasta de eso), el torneo local, y la clasificación a las copas internacionales del año que viene... ni la copa argentina, con este equipo.
Muchachos, no es fatalismo sino pura realidad. Hoy somos un equipo muy flojo. Pero muy. Y sin alma.
Hasta que Aguirre no se vaya, esto va a seguir así. Y no sólo nos va costar este año, sino buena parte del que viene.
Un desastre futbolístico lo que está pasando.