Ni la AFI trabajaba para Majul, ni Majul trabajaba para la AFI.
Ambas son partes (no únicas), de una maquinaria para estatal de espionaje, persecución, intimidacion, apriete, extorsión a opositores, sean políticos, periodistas, empresarios, etc.
La finalidad era hacer guita y perpetuarse en el poder, o al menos, mantenerse lo más posible.
Este tema muestra como pocos la diferencia en el "poder de fuego" mediático de los actores en pugna. El espía Alan Ruiz sigue siendo desconocido para casi todos, a pesar de estar recontra identificado y 'enchastrado', mientras que a Fariña, un salame guionado, lo conoce hasta la última Doña Rosa.
Con lo que hizo Tomás Mendez y su equipo, no debería haber otro tema en el país, y sin embargo, casi la nada misma. Es triste y lamentable.
Bienvenido sea que esto se conozca, y que esté avanzando judicialmente. Ojalá llegue a donde tiene que llegar, que es a las cabezas de esta verdadera banda criminal.