Pibe salido del club, estuvo en las malas y convirtió uno de los goles que más gritó nuestra gente. Campeón local y de la Copa.
Muchos lo critican por burro, por limitado, e inventan que jugar con él es un penal en contra por partido, que vive siendo expulsado, y no sé cuántas pavadas más. Yo me quedo con otro recuerdo, uno completamente distinto: el de un pibe que dejó la vida siempre, que trababa con la cabeza, que jugaba como un hincha.
Pese a su desprolija salida, con muchos trasfondos que nunca vamos a terminar de saber, le tengo muchísimo aprecio
Ya lo dije antes pero lo repito: sabiendo que con esta dirigencia no va a volver, me deja tranquilo que no juegue en otro equipo argentino.
Éxitos, Gringo! Boedo es tu casa, y espero que vuelvas pronto.