Debo realizar aquí y ahora un mea culpa, que me hizo discutir fuertemente con mi hijo menor Alejandro, ojo no tan menor porque orilla los 30 pero me gano la discusión y claramente.
En algún momento creí observar algo de este jugador, no tanto lo que concretaba en cancha sino alguna proyección futura, tuvo algunos partidos en que mostraba cierto desnivel en el juego y comprometía a nuestros rivales, eso si nunca terminaba de concretar o finalizar seriamente las jugadas que por momentos creaba-
En esos momentos dije "vamos a darle tiempo porque algún día puede explotar", me equivoque o me hicieron equivocar, jajajajaja uno nunca quiere reconocer sus propios errores, sus últimos partidos fueron casi todos deficitarios pero con Colón observe lo que también algún momento presenti pero no llegue a darme cuenta, es un jugador con miedo escénico.
San Lorenzo no tuvo un buen primer tiempo, a mi entender mejoro bastante en el segundo, pero en ese primer tiempo se crea una situación de gol, que es gol o gol, con el arquero casi sin defensa y con Merlini con tiempo, distancia, e inmejorable posición, y no me refiero a que Merlini definió mal porque yo eso lo aceptaría, NO DEFINIO, ese es el gran problema, ni bien ni mal se la rebusco para que ni siquiera se produzca la definición, miedo escénico.
El caso mas llamativo de miedo escénico en San Lorenzo (en la selección actualmente hay varios) fue el malogrado jugador "Yaya" Rossi que había tocado el cielo con las manos en aquel 1 a 0 en la bombonera que nos daba el pasaje a la copa Libertadores y dejaba afuera a Boca, algo dificil por cierto.
El yaya tenía una habilidad extraña, endiablada, un puntero que encaraba y lo hacía bien sin embargo lograba esconder un gran problema, tenía miedo escénico y eso tarde o temprano aparece.
Despues de varios partidos que entusiasmo a propios y a extraños, el yaya Rossi ya resultaba imparable para su marcador de turno y justamente allí apareció el problema, tenía tanta velocidad y habilidad que empezó a enfrentar a arqueros rivales con facilidad y jamás podía definir ante el arquero rival, las primeras veces mi gente hablaba de mala suerte, pero el gran problema era que la jugada se perdía en la intrascendencia, ni siquiera intentaba definir.
Tarde un poco en darme cuenta que el jugador tenía miedo escénico y cuando al fin lo observe, le escribi una carta al bambino Veira, solicitandole que le diera un descanso al jugador porque atravezaba una etapa de "miedo escénico", y que era un gran habilidoso al que debíamos cuidar.
Veira no opino lo mismo lamentablemente y lo mantuvo en el equipo, la gente lo empezó a putear (eso no es grave) en el futbol eso es habitual, el gran problema comenzo cuando el jugador encaraba por enésima vez al arquero rival y nuestra gente se reía, ahí la situación si era grave, la gente no lo puteaba se reía.
Aquel goleador de la bombonera que nos había dado el pasaje a la copa terminaba su carrera porque Veira no le había dado un descanso y un tratamiento adecuado para superar el problema, nunca más se supo nada del yaya Rossi, un caso parecido al de Merlini, ojo.