Comprar a Castro, Gudiño o Salazar más caro de lo que nosotros vendemos a Kannemann o a Villalba, o regalar a Correa, etc, etc, etc, tiene consecuencias que perduran en el tiempo y hacen a la imagen del club. No son sólo errores puntuales.
Y este tipo de ofertas por nuestros mejores proyectos lo dicen todo.