Ayer falleció Ricardo Calabria, después de estar 2 años en coma por un accidente de moto que sufrió en Turquía.
Polémico personaje, fue un árbitro con un estilo que lo distinguía de los demás y que jamás ocultó su simpatía por San Lorenzo; pero pese a eso, nos bombeaba sistemáticamente cada vez que nos dirigía...
Después de retirarse del arbitraje, Miele lo llevó a trabajar al club. Fue técnico de las divisiones inferiores y tras la eliminación de la Copa Libertadores de 1992 que provocó la renuncia Carotti, Calabria finalmente se pudo dar un gusto grande: dirigió la primera de San Lorenzo de Almagro, el club de sus amores.
No le fue nada bien: dirigió 3 partidos, empató 2 y perdió uno (con Boca por la liguilla, el día que el sorete de Latorre nos gritó los 2 goles). Es más, en esos 3 partidos San Lorenzo no pudo convertir ni siquiera un gol, por lo que rápidamente Calabria volvió a las inferiores y después se fue a dirigir a El Porvenir, a quien sacó campeón.
Ya alejado de sus funciones en el club, era muy común verlo en la tribuna. Lo recuerdo en la popular, puteando a los quemeros siempre...
Calabria tenía el síndrome del árbitro cuervo, al igual que Castrilli y (dicen) que Delfino; tipos que lejos de beneficiarnos nos terminan cagando siempre.
Por lo demás, es un cuervo menos en la tribuna. Q.D.E.P