Una cosa extraordinaria lo que era el Hogar Obrero.
Per, la ralidad, es que lo destruyó la hiper de Alfonsín y el desagio. Lo afirmo porque con mi familia siempre se hizo todo con el HO, y para el 84 entre familiares y amigos hicieron una vaquita importante y me la regalaron para la compra de un terreno cuando naciera mi segunda hija (nació en Mayo del 85). Fue peor que depositar dólares y recibir pesos (lo digo triste), metí mis ahorros y aquella vaquita en el lugar más confiable y recibí unos pedorros y devaluados australes que no me alcanzaban ni para pañales de la bebé. Nunca me sentí tan robado y estafado, aún hoy puteo a Juán Vital Sourruille. Me quedó grabado el dolor de la gente, el llanto de muchos (me incluyo), y recuerdo claramente que, a partir de ese momento, el Hogar Obrero en su conjunto ya había quedado golpeado y no levantó cabeza nunca más. Fue simplemente completar su agonía.