Alcanzaría con tener dirigentes con pelotas, que indiquen que, en virtud de declaraciones fuera de lugar para con el sentir sanlorencista, esos periodistas no podrán asistir más al club, invitando a sus medios contratantes a reemplazarlos (al efecto de evitar que estos estúpidos quieran dibujar como censura, un acto de justicia).