Lo que es increible, que en un país donde al fútbol se le da más importancia de la que debería tener, es altamente popular y casi atravesando todo tipo de clase social, donde hay muchísima gente capaz, inteligente y formada que ama el fútbol, los lugares decisivos estén ocupados por tipos de lo más bajo en cuanto a formación, decencia y transparencia, yo a un tipo como Angelici no le prestaría ni la tarjeta sube, y seguramente la mayoría estará de acuerdo, incluso los macristas, sin embargo como sociedad le permitimos manejar lo que le cante.