A ver, cobra una mil millones de veces más, está en Moscú, en el equipo puntero del campeonato. Se fue en un momento en el que no se sabía cuándo se volvería a jugar, mientras lo presionaban para irse y le hacían firmar contrato a Di Santo.
Entiendo que el destino no es el mejor ni el que merecían él y San Lorenzo, pero no se rajó por boludito y a las apuradas. Ojalá le vaya bárbaro, se adapte física, futbolística y socialmente a un mundo distinto, y que conserve amor por un club que lo maltrató bastante.