Mirá por un lado, cómo desde Instituto ponen las cartas sobre la mesa para su gente, hablando bien claro de porcentajes. Acá venden un jugador y entre partidarios, medios grandes y posteriormente el balance, tenés 3 porcentajes distintos...ni hablar que desde la institución no se aclara nada. Y por otro lado, cómo nos aprieta de manera humillante un club de la B.
Hasta hablan de cláusulas de copropiedad para cuidar el otro 50% de Instituto, en referencia seguramente al problema que tuvimos por Paulo Díaz.