Batistuta fue, por lejos, el jugador más puteado y odiado por la hinchada de San Lorenzo en los 80. Hasta tenía su canción propia: ("Batistuta, leproso hijo de puta").
Nos hizo un gol de mierda, para Ñuls, que nos dejó afuera de la Libertadores 88. Y después, en su fracasado paso por River, hizo nada más que 4 goles con esa camiseta; pero uno fue a nosotros obviamente, en la final de la Liguilla 89. Lo festejó gastadoramente frente a nuestra tribuna, porque lo puteamos todo el partido...
Después el sorete de Latorre superó ese nivel de odio, pero lo cierto es que Batistuta era despreciado por la gente de San Lorenzo en esos años...