No se olviden que, de yapa, regalamos a 0 dólares hasta dentro de quichicientos meses, a la JOYA del fútbol argentino, Mati Palacios.
No dejen de lado la gran frutilla, mis estimados.
Marcelingui siempre tiene una pala para enterrarnos más, incluso cuando ya parecía que no había fondo peor que en el que estábamos.