No loco, Fantino era otra cosa, el tipo no miraba un puto partido de la fecha y entonces armaba un programa en base a cualquier foco de puterío disponible, ni hablar de los programas en épocas sin fútbol, lejos los más destacados. Nunca me olvido del informe sobre el ayudante de campo y cuñado del Checho Batista que atendía un buffet, o de la recreación del vestuario de Boca, con Riquelme y Falcioni puteandose.
Es el fin de una forma de hacer periodismo.