No me voy a cansar de decirlo. Ni cuando lo colgaron, la primera vez, ni cuando nos llevo a la final el año pasado, ni cuando lo volvieron a colgar ni cuando recupero la 5 y nos puso donde estamos.
Si Juan Ignacio Mercier hubiera llegado a los 35 con pelo, una buena sonrisa y sin humildad, no hubiera salido jamas del equipo. Ah, y hubiera sido el 5 del mundial 2014