Que manera de responder tantas veces el mismo mensaje.
Es simpático que intentes yuxtaponer viejos debates mios en este. Sobre todo por la incoherencia absoluta en relacionarlos.
Me fascina tu relación entre fútbol y ciencia. Sobre todo porque siempre tuve como ejemplo este deporte como algo contrario a dicha disciplina. En donde brinda con persistencia el azar y miles de factores que limitan la predicción de hechos a niveles que justamente le otorgan la majestuosidad inherente.
Ah, tu método científico no tiene nada de eso, porque en principio tenés parcialidad analítica, estás ensimismado en demostrar tu hipótesis aunque al intentar demostrarlo incurrís en el fallo de no tener en cuenta las falencias calculables propias de la dinámica del juego. Es decir, no tenés en cuenta si el árbitro parpadeó en el mismo instante en que se cometió tal injusticia por ejemplo o si la luz le opacó el campo observacional. Por otro lado partiste con mucha predisposición a buscar fallos erróneos para con nosotros (de hecho, esa es la motivación que llevó a esto). Semejante peculiaridad conlleva el buscar el hecho, y no, encontrarlo.
Cuando uno se predispone, toda anomalía va a ser vinculada invariablemente con la hipótesis inicial, y por ello, precisamente, se incurre al error.