Con todas las que vienen pasando, yo aprendí que hasta que no escuche al jugador decir algo sea malo o bueno de un club, no hay que creerlo. Acá han puteado a Nacho por creer en el humo de periodistas diciendo que se moría por venir a Boca y que ya estaba arreglado, lo mismo pasó con Angelito Correa. Todo por culpa de los twiter y el periodismo partidario.
No ví un solo hincha, pero ni uno, pidiendo disculpas a Nacho o a Correa por la cantidad de insultos injustos hacia ellos. Me rompe las bolas que sean tan termos algunos.
Llega Gudiño, toda la fe. Bienvenido a San Lorenzo.