Yo creo que Maradona trascendió lo futbolístico por lo que representa, el humilde llegando a la cima del mundo, la ilusión de que si se puede vencer a los poderosos y si bien esa imagen puede hacer sentir identificada a gente de cualquier país del mundo, lo es más en los países más pobres, por eso era tan admirado en lugares desconocidos o con poca cultura futbolera, Maradona se convirtió en un símbolo de la lucha contra el poder.
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Es así.
Es el futbolista deslumbrante, extraordinario, maravilloso, pero además el líder rebelde, capaz de enfrentar al poder concentrado y a las entidades más poderosas, y al mismo tiempo ser el mejor compañero. Sus ex compañeros en general lo aman, y muchos rivales también. Con sus colegas fue un gran tipo.
Además un tipo con consciencia de clase, jugado políticamente y nunca tibio.
Por eso es tan grande y reconocido.
Esto no tiene parangón con nada.
#MARADONA
(Un texto de #EduardoGaleano)
"Ningún futbolista consagrado había denunciado sin pelos en la lengua a los amos del negocio del fútbol. Fue el deportista más famoso y más popular de todos los tiempos quien rompió lanzas en defensa de los jugadores que no eran famosos ni populares.
Este ídolo generoso y solidario había sido capaz de cometer, en apenas cinco minutos, los dos goles más contradictorios de toda la historia del fútbol. Sus devotos lo veneraban por los dos: no sólo era digno de admiración el gol del artista, bordado por las diabluras de sus piernas, sino también, y quizá más, el gol del ladrón, que su mano robó.
Diego Armando Maradona fue adorado no sólo por sus prodigiosos malabarismos sino también porque era un dios sucio, pecador, el más humano de los dioses. Cualquiera podía reconocer en él una síntesis ambulante de las debilidades humanas, o al menos masculinas: mujeriego, tragón, borrachín, tramposo, mentiroso, fanfarrón, irresponsable.
Pero los dioses no se jubilan, por humanos que sean.
Él nunca pudo regresar a la anónima multitud de donde venía. La fama, que lo había salvado de la miseria, lo hizo prisionero.
Maradona fue condenado a creerse Maradona y obligado a ser la estrella de cada fiesta, el bebé de cada bautismo, el muerto de cada velorio.
Más devastadora que la cocaína es la exitoína. Los análisis, de orina o de sangre, no delatan esa droga".
#RevistaSudestada