Cada partido fue un mundo aparte. Contra River, tuvimos suerte en la ida, pero también mala leche en los goles que nos morfamos toda la serie. Contra Arsenal, el pechito congelado tuvieron los jugadores, idem recta final del torneo que salimos campeones (obviamente hay un robo ahí con un penal que no nos cobran faltando 5 minutos para terminar el partido, penalazo), y sigue.
A este plantel las situaciones donde dependen de si mismos les da terror. Los ejemplos son varios.