Termina cada partido y me pregunto cómo todos los árbitros se "equivocan" para el rival. Es increíble. De visitante, de local, de neutral, en La Plata, en la Quiaca.
No sé si hoy fue determinante pero es una joda. Las dos amarillas que nos sacó no fueron ni falta. A ellos les perdonó una roja clarísima (parece que sólo a nosotros nos juzgan con justicia la severidad...) y para colmo estábamos atacando y lo terminó 15 segundos antes.
Encima después tenes que bancarte a pelotudos como Saja que te tildan de llorones, increíble.