1-2 con el Pachuca. Es siempre lo mismo:cuando parece que le agarró la mano y que vas a desfilar, te traiciona con una derrota o actuación decepcionante. Me pasó luego del 3-0 a Racing, que perdimos 3-0 con Argentinos, el 0-1 con River por la Sudamericana y el 2-3 con Quilmes, y luego del show ante Gimnasia, que empatamos 0-0 de local con un Tigre que se arrastraba y perdimos la Copa Argentina dando pena contra Arsenal. Realmente me la creí en esas dos ocasiones y recibí golpes por todos lados luego. Incluso en un mismo partido, como me pasó con Belgrano. Por eso me parece pelotudo cuando hablan de festines, disfrute y demás. Cuando empezábamos a volar, nos bajaban de una. Yo sufrí el último semestre, fue un parto, una novela dramática con amores y desamores.