Che, dos cosas. Cunado Riquelme vuelve de Villarreal, en su primer contrato, él juega un año gratis.
La otra, todo el mundo se come lo de mala persona y habla de sus "malos gestos" (la mitad son trascendidos y deben ser mentira), pero no hablan de cómo se porta con los pibes de inferiores, de que come con ellos y se preocupa. Y de que nunca tranzó con el poder, ni con Macri, ni con la barra de Boca (algo que sí hizo siempre Palermo, quien, sin embargo, a todo el mundo le cae mejor).
Dicho esto, Riquelme no es santo de mi devoción ni lo será jamás. Pero las cosas como son.