Cuando llegó parecía Cafú, velocidad, explosión y sorpresa para la contra que entregaba con centros mas que buenos. Se fue apagando, empezó a ser cada vez menos explosivo y rápido, empezó a tirar centros cada vez peor y soñaba con jugar de segundo enganche pero era un burro.
Todavía conserva su resistencia y una velocidad decente, pero su falta de técnica es evidente, así como dificultad para resolver, su lentitud mental es inversamente proporcional a su velocidad física.