El tema es que esa guita que entra por juveniles se remata en negociados (castro, gudiño, perez, viola, un monton de colombianos impresentables, etc) y en contratos de jugadores, tambien negociados (botta, vergini, cerutti, fertoli, arias, etc etc)
El problema es la dirigencia. Si hicieran las cosas mas o menos bien podriamos hablar de un estadio de 150 millones en unos años.