Muchachos. Lo que ya se está yendo de control es la sobreinformación que es la manera casi perfecta de desinformar. Sigo los comentarios y veo que hay referencias a artículos de científicos, ¡certezas! sobre teorías conspirativas, lo que me dijo el primo de un amigo cuyo tío escuchó a la suegra que dijo bla, bla, bla.
Y lo único cierto es que no sabemos un carajo. Que la estadística sí, que la estadística no.
Y todo es entendible, por supuesto. Estamos en presencia de algo casi de ciencia ficción, los antecedentes de estas cosas los vemos muy lejos en el tiempo. Nos angustia la incertidumbre, que nos puede ocurrir dentro de un rato nomás.
Está en primer plano la posibilidad de morir por coronavirus y la sentimos casi todos. Con el agregado que ahora suponemos que el causante será el virus. En otros momentos afrontamos la idea de muerte de diferentes maneras, generalmente estando sanos y con vida ordenada es muy difícil imaginarse de que puede morirse uno.
Nos sentimos desprotegidos, consideramos a quienes no cumplen las normas como enemigos.
Por otra parte la incertidumbre sobre el futuro económico. Parecería que sólo quedarán ruinas. Y opinamos tratando de encontrar certezas desesperadamente.
En lo personal trato de tomar la información oficial y proveniente de profesionales que forman parte del equipo consultor.
En cuanto a lo económico trato de pensar en las oportunidades que toda crisis brinda. Tengo la esperanza de cambios radicales en los ordenes social, cultural, económico y político
Como considero que esta peste es en gran medida consecuencia de las transformaciones dramáticas que provocamos a la naturaleza, ésta nos está advirtiendo que así no podemos seguir.