El Diego después pasó vergüenza en el mundial. No es por defender a los periodistas, pero el triunfo de hoy no es para tirar manteca al techo.
Obviamente el problema futbolístico sigue ahí. Y son los jugadores los primeros en notarlo.
Pasa que debe hinchar los huevos que te destrocen mercenarios como Liberm*n que sabe menos de fútbol que mi novia. Un sorete de la escuela de Niembro que llegó a donde está a puro Lobby. O que el gordo delincuente de Anello frutee en Twitter lobque se le cante el ojete.
Además, seamos sinceros, los unicos que pierden son los que viven de ese circo. Messi hablando es un calambre en los huevos.