La cesión será hasta final de curso, para que la joven promesa coja rodaje en un Primera y con un entrenador, Paco Jémez, capaz de sacar el máximo rendimiento de sus jugadores.
La cesión de Ángel Correa al Rayo era una idea que tanto Atlético como Rayo ya barajaron antes de que arrancase la presente temporada y se convertirá en una realidad de cara a este mercado invernal. Al joven delantero, de 19 años, se le detectó una afección cardíaca en la revisión médica previa al fichaje por el club rojiblanco, más concretamente un tumor benigno en el ventrículo del corazón, y tuvo que ser intervenido el 17 de junio en el hospital Monte Sinaí de Nueva York. Dicho episodio provocó que se congelara su fichaje con el Atlético hasta su total recuperación, proceso que los servicios médicos habían estimado en unos seis meses, y que superara un último examen médico.
El 29 de agosto pudo ejercitarse por primera vez en el Cerro y desde entonces su evolución ha sido constante. De hecho, el 24 de noviembre ya pudo entrenarse por primera vez con el grupo desde su fichaje por la entidad colchonera. Correa ya se encuentra recuperado y trabaja con normalidad, pero no tiene ficha y por su condición de jugador extracomunitario (también lo son Miranda, Raúl Jiménez y Giménez) no se la pueden hacer.
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